Quiero volver a caminar
por el sempiterno camino del amor
sé que no está plagado de rosales
que hay abrojos, espinos y mucho dolor.
Sin embargo quién no se ha deleitado en su
andar,
quién no ha bebido
de su vino embriagante y consolador
quién no ha sentido las coronas de sus
puñales.
En el lecho del cielo
donde viven las estrellas y las galaxias
donde se forman las constelaciones.
Allí a donde se rasga el velo
de la novia al asombro de las emociones
el amor vive entre las triadas.
Cuando el sol oculta su majestuoso velo de
fuego
dejando ver la cintura del horizonte
el helio se filtra taciturno entre los amantes
llenando de amor los cuencos de sus cuerpos
buscando el rescoldo del amor primigenio
que solo el beso mullido de la mirada
perdida en la noche, lo da como ruego.
El valiente arquero afina su puntería
tiene en la mira el corazón de una doncella
que espera conquistar con su galantería
no sabe si se le dará el amor por ella.
Pasional dispara la flecha
sintiendo correr ríos de sangre por sus venas.
El amor sintiéndose listo para la cosecha
bebe del vino del tiempo enjuagando sus penas.
Mi cometa de sueños multicolores
escribe tu nombre en el firmamento
sigue la huella de tus fragantes olores
buscando el camino del enamoramiento.
Volveré, volveré a soñar
que despierto en tus brazos morenos.
Volveré, volveré a entonar
melodías de amor en días serenos.
Tu sendero del amor será mi sendero
capitularé con el cielo mi regreso
tendrás mi nirvana como tu escudero.
Y otra vez, otra vez el amor me dará tu beso.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
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