La frescura de tu encanto
me derrite cual colorida y fragante canción,
eres mi dulce estrella consentida,
eres el sueño más valioso de mi corazón.
La tersura de tu belleza
me cautiva cual áureo fuego de amor,
anhelo tu bella presencia cada día,
anhelo ahogarme en la fresca profundidad de tu
calor.
La dulzura de tu mirada
me inunda cual terso río de fragante e intenso
primor,
quiero sumergirme en el dulce brillo de tus
ojos,
quiero abrigarme con el fuego vivo de tu
corazón.
La ternura de tu sonrisa
cautiva cada milímetro de mi enamorado
corazón,
eres la bella luna que me embelesa cual
prístina caricia,
eres la viva fuente de color y miel que hace
palpitar mi cariño y mi amor,
eres la hermosa princesa y la áurea reina
quién es dueña de mi corazón.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
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