viernes, 24 de abril de 2020

EL BAÚL DE LOS SUEÑOS.

Yo he sido detective y bucanero,
explorador del Ártico y gaviota,
naufragué en las islas más remotas,
surqué con mi velero el mundo entero,
fui un delfín, un dragón y una marmota.
                                                     
Todo esto de la mano de un amigo
A quien conozco bien desde mi infancia.
Me ayudaste a salir de la ignorancia,
fue la escuela, de tu amistad, testigo,
cuando aprendí tus letras con constancia.

De tu mano, comencé con el lenguaje,
las palabras a formar las oraciones,
y tras años de lectura y de lecciones,
comencé por sus hojas,
 este viaje de aventura,
de magia y de ilusiones.

Con tus alas, volé por todo el mundo,
descubriendo sus razas y costumbres,
con tu imaginación mil altas cumbres,
he sido Don Juan y Segismundo,
Quijote de armadura con herrumbre.

Encontré en tus hojas, en tus líneas,
la ilusión, tan necesaria para un niño
y escondido en amoríos y cariños,
hasta intuí, al leer las entrelíneas,
qué se guardaba dentro de un corpiño.

Me enseñaste a conocer mis sentimientos,
el amor, la emoción, la valentía,
el dolor, la tristeza y la empatía,
y viví situaciones y momentos
de ensueño, de magia y poesía.

Son ya muchas las veladas disfrutadas
de tu grata compañía y tu lenguaje,
tú haces posible tan difícil viaje
tutelando el quehacer de mis jornadas,
eres pieza esencial de mi bagaje.

Tú eres mi mentor y mi muleta,
me ayudas a seguir, con tus consultas
me lanzas como en una catapulta,
estimulas mi mente siempre inquieta,
sacas de mí las ideas más ocultas.

Y a pesar de lo largo del camino,
yo te sigo queriendo, fiel amigo
te necesito muy cerca, conmigo,
con tus quijotes, donjuanes y molinos,
de mis sueños de poeta fiel testigo.



Autor
Antonio Carlos Izaguerri. 

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