jueves, 23 de abril de 2020

ENTRE SUAVES CÉFIROS Y APACIBLES AURAS.

Entre suaves céfiros y apacibles auras
se licúa el color carmesí de mis sueños,
como volátil espiral de azulado humo
que al espacio infinito raudo se lleva el tiempo.
Una náyade con cabellos de oro y plata
va tejiendo por las fuentes mis áureos deseos
y entre los tornasolados susurros del aire
se oyen los clamores de mis rosados anhelos.
Blancos aromas de aterciopelados rosales
derriten en el éter de las horas los pétalos,
como amargos suspiros que se alejan del alma
rebuscando en el espacio el perdido tiempo.
Mis penas, como enjambre de doradas abejas,
van libando el néctar con su aguijón de veneno
y jamás tomarán una efímera pausa
como el fogoso río hasta el fondo del océano.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri. 

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