Si lo simple, para ti, ha dejado de ser
importante
y sumido en afanes de repente despertaste
dejaste tu mundo solo, por un eterno instante
y sin querer dejarla, finalmente la soltaste
Y si la flor dejo finalmente de importar
quien cuidara su esplendor aquí en mi mundo?
Ya ni siquiera me atrevo, a las estrellas
voltear
pues se apodero de mi un miedo muy profundo
Allá, en mi mundo, la flor decidió emigrar
y termino en las fauces de un rumiante
Y yo desde aquí, desesperado por regresar
pues se vino sobre mí un vacío aplastante
Cuando por fin logre a mi mundo regresar
llorando por mi flor todas las noches pasaba
cuando de repente una semilla logro germinar
una, que había sembrado en mis lunas pasada
Una, que al amarla brilla tan intensamente!
su corazón se ilumina con una luz muy bella
cuando la amo, la veo, emocionadamente
pues sus pétalos son, de cristal de estrella
Aun no la he tocado, pues un cristal nos
separa
y veo cada mañana como aumenta su brillo
Cuando medito sobre lo que el futuro nos
depara
mi canto se escucha feliz, como se oye el de
un grillo
La flor emigrante a mi jardín desea retornar
pues después al final la escupió su fiel rumiante
Y yo estoy tan enamorado del bello brillo
estelar
con el que mi flor ilumina mi corazón cantante
Aunque mi mundo este solo, aparentemente
No quise acarrear las piedras de todos los
rencores
Me deshice de lo malo, tan metódicamente
Que mi corazón hoy brilla, como el de la
estrella de mis amores.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
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