Mientras caminaba
las cosas se hacían pequeñas a lo lejos,
y una fuerte brisa me acompañaba,
¿podría acaso también la nube
que me arropa,
ser mi compañera en este viaje?
De pronto un ave hecha
de sueños del caribe,
se acercó mientras recitaba
algunos versos,
y entonces me dijo:
¡Enséñame!
que también quiero hacer poesía.
Le respondí:
Dime tú,
¿cómo puedo yo enseñarte poesía
si la poesía me enseña a mí?
¿Cómo puedo decirte si un verso
está bien o está mal?
Si en cada verso,
hay un mundo infinito
de tu bondad.
Si te enseño, no será
más que mis versos,
estos tan llenos de mí.
Mientras vuelas, le dije,
estás versando la vida,
mientras cantas,
un poema se escribe en el viento.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
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