Me dejas todo lo bello
que aprendí al conocerte,
mi alma plena y enamorada,
todo un jardín de fragancias hermosas.
Me dejas con mi cuerpo extasiado,
recordando cada momento de placer
y de íntimos encuentros,
tan míos, tan tuyos ... tan nuestros.
Me dejas alegrías y penas
y un cielo lleno de colores,
porque hiciste vibrar
mi corazón dormido.
Déjame gozar todo lo que de ti
he recibido,
deja que mis sueños
te sigan y te disfruten
y estar más tiempo a tu lado.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
No hay comentarios:
Publicar un comentario