domingo, 24 de mayo de 2020

EL PASAR DE LAS HORAS.


Siento pasar las horas,
sin noción de tiempo
y ansias devoradoras,
se pierden en silencio.

En ese silencio pesado,
que cual cruz a cuestas,
lleva callado tu nombre,
sin que tú lo sepas.

Una a una deslizan,
entre días y desvelos
y cuanto martirizan,
sometiendo anhelos.

Cada hora es suplicio,
de un tiempo pasado,
al borde del precipicio,
al que será lanzado.

Mi piel erizan instantes,
de tiempos claudicados,
cual espectros danzantes,
de sentires postergados.

Y van las horas sin cesar,
plagadas de ansiedades,
con un adiós sin regresar,
dejando a su paso soledades.




Autor
Antonio Carlos Izaguerri.  

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