La noche se puso oscura
mis ojos no tienen luz,
ya no tengo juventud
pero aún sigo adelante.
No quiero mirar atrás
remediar nada podría,
si el futuro es fantasía
el presente es un instante.
¿Cuántos instantes me quedan?
Qué bueno que no lo sé
pues ya el pasado se fue
y al ayer dejó distante.
Al pasado y al futuro
los separa un eslabón,
pues si ese dogal es mí hoy
¿Por qué vivo vacilante?
Me falta sabiduría
y me sobra la ambición,
sé que tengo un corazón
que es muy poco palpitante.
No seré beligerante
y por tal ya he decidido
que quiero vivir en paz
porque vivo sin sentido.
Sin vivir de mis recuerdos
me volveré un caminante
si es mi futuro brillante
al presente se lo debo.
Y por tal soy aspirante
para ser un tripulante,
de una vida delirante
que me invite a ser longevo.
Porque yo seré el causante
de mi vida en adelante,
y ya así con pipa y guante...
disfrutaré... ¡Cada instante!
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
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