Perderme para siempre entre tus besos
y navegar entre las gotas de la noche,
susurros que se sienten bajo la lluvia;
en la desolada habitación perfumada.
Quedará
sola en tus labios la sonrisa;
haciéndose realidad la única fantasía,
sin rivales los cuerpos agobiados,
de tocar el vacío que se teje en el aire.
Bajo la sombra de ese amor apasionado;
en cada centímetro disperso del situar,
descubriendo el asombro, liberando el miedo,
surcar con la sombra de la estancia deseada.
Que importa el espacio, que importa el situar,
que tu
mirada inunde el lugar
inalcanzable;
tocando el cielo, liberando el delirio,
revelando… ¡El enigma de la noche!
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
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