No te escribiré más poemas. No, ya no, porque
un día dije que sólo serían de amor. Y hoy mi espíritu está impaciente,
desesperado por saber de ti. Hoy mis manos quisieran mutilar a mis
pensamientos, tiemblan por hacerlo.
¿Que si he llorado? Siempre he sido sincera y
debo decir que no he llorado mucho, no como yo quisiera, no como lo necesito.
He reprimido mis lágrimas ante la multitud. Seamos realistas, a nadie le
importa el sentimiento que llevo dentro, o si alguno se ha interesado, no puede
comprender el dolor porque simplemente no lo está sintiendo como yo.
Entre las sombras pienso en la muerte, no
somos nada, somos un grano de arena y nos sentimos una montaña.
Los amigos son importantes ahora. Tratan de
sacarme una sonrisa, ¡Y vaya que lo han logrado! Pero son sonrisas momentáneas,
son muy distintas a las que tú me provocas.
Espero el momento de recibir esa llamada...
Espero escuchar tu voz...
Espero que estés bien...
Te extraño, te pienso, te amo.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
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