lunes, 6 de julio de 2020

PALABRAS, SÓLO PALABRAS.


Palabras, solo palabras,
palabras vacías y huecas,
de tonos grises y negros,
palabras que sin matices,
se diluyen en el viento.
Frágiles palabras huyen,
como el ave ante el estruendo,
palabras que por ser hueras,
son como un suspiro ajeno.
                                       
Voces que gritan o callan,
como calla y grita el trueno,
voces sonando estridentes
o apagadas como el eco.
Voces quedas, cual susurro,
o silentes como el miedo,
gritos de terror que emergen,
de lo profundo y siniestro,
un temblor que fluye dentro.

Palabras que sintonizan,
con otros tonos ajenos,
que sonando mimetizan,
el amor y el sentimiento.
Palabras de doble cara,
secas y húmedas, sin cuerpo.
Palabras que se deslizan,
entre los labios inquietos,
como áspid entre los helechos.
Palabras de barro y cieno.

Sonidos que entre los gestos,
a fuerza de ser sinceros,
van calando como el agua,
convertida en aguacero.
Sonidos entre los labios,
como suspiros auténticos,
que hacia otros labios llegando,
su aroma impregna el aliento,
sabor cálido y espeso.

Voz que atrevida se oye,
como un mágico destello,
iluminando lo ojos,
de sabiduría y talento.
Voz que abraza y acaricia,
como el roce de la brisa.
Hay voces que van sumando
otras solo dejan restos,
desechables cual basura,
directas al vertedero.

Palabras, solo palabras,
pero que matan por dentro.
Palabras, solo palabras,
que rompen vidas y anhelos.
Palabras, solo palabras,
ahítas de sentimiento.



Autor
Antonio Carlos Izaguerri

No hay comentarios:

Publicar un comentario