Mujer del río desnuda y quieta
el agua resbala entre sus pechos tiernos,
blancos como luna de plata,
temblorosos como lejana estrella.
Ojos azules, expansión de enero,
otoñal figura con manos de seda,
su cuerpo roza el agua que baja
El arte nace en lienzos de plata.
La vi tendida virginal, incólume, pura,
con su cabellera ondulante y larga;
rubia esbelta … crepúsculo de oro,
espalda blanca hacia frescas colinas.
Movió su cuerpo y perdí el aliento,
salió del agua y se secó al viento,
vistió su torso y caminó en silencio
tomó el camino que lleva al pueblo.
Testigo mudo en el rio sereno,
doncella y río en retina impura,
me fui con vergüenza y pena
había profanado lo inocente y puro.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
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