Caminé entre praderas y ríos, lagos y montañas, me fui a lo lejos perdiendo por completo el norte y encontrándome hermosas maravillas fantásticas, anduve a la deriva pensando en mis días felices, alegrándome por completo cada vez que tu recuerdo llega a mi mente.
Y es que de tantas cosas bonitas, fuiste una
más en la vida que vivo, de tantos atardeceres eres mi mejor puesta de sol, de
tantas noches sombrías, veo luceros que me recuerdan al bello brillo de tus
ojos de amor.
Son encantadoras las rosas, canta el turpial
muy precioso, la cascada parece un velo y el araguaney es un árbol hermoso, la
calle en la que tránsito me recuerda tu caminar, los lugares que visito tu
presencia las notare, porque cada maravilla que vea, en ella te observare.
Siete maravillas hermosas y una más que
también contaré, son siete los días en que vivo, soñándote bella mujer; eres mi
tierra, mi Luna y sol, mi estrella y mi galaxia, eres montaña, playa y arena,
eres mi otra maravilla agregada.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
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