miércoles, 23 de septiembre de 2020

EL PRIMER BESO.

Su rostro muy junto al mío,

su boca me escupía un beso

y yo: con mis labios fríos,

guardaba mi deseo inconfeso.

 

Sus ojos eran dos brasas,

abrasando el mismo deseo,

mis labios en leve titubeo,

le ocultaban sus ansias.

 

Y cual dos opuestos polos.

... Mis labios y sus labios.

Instintivos se unieron solos,

como abejas de mismos apiarios.

 

No hubo premeditación,

solo un sentir bello y grato,

ni fue superficial atracción,

ni beso muerto en un rato.

 

Sólo fue un primer beso,

de un primogénito amor,

que sin recato ni pudor,

se hizo  secreto confeso.

 

 

 

 

Autor

Antonio Carlos Izaguerri.

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