domingo, 1 de noviembre de 2020

DESDE LA QUIETUD.

Desde la quietud de un mar sereno

todo es más claro en el horizonte

pues toda paz que la noche esconde

le da vida a mi sentir más viejo.

 

Es llama que enciende lo que llevo

lo que me acompaña transparente

y al silencio del mar que me envuelve

me acorralan vivos los recuerdos.                

 

 Desde la quietud de un mundo en sueño

me estrecha sedosa la nostalgia

y al sentir sus brazos que me abrazan

en mares del pasado me duermo.

 

Es un mar recubierto de espejos

el que arrastra mi vida apagada,

figura de gloria iluminada

y me asalta su luz en reflejos.

 

Desde la quietud de los momentos

que nacen con el anochecer,

abro mi conciencia y toco a ver

cerca lo lejano y a él me entrego.

 

Todo deja marca en el recuerdo,

nada nos borra lo ya vivido,

como una estatua hecha de granito

es el pasado que vive eterno.

 

Vuelven los detalles del misterio

de lo que nada es pero lo fue,

 el hoy mañana será el ayer

 y yo lo escribiré desde la quietud del tiempo.

 

 

 

 

Autor

Antonio Carlos Izaguerri

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