miércoles, 23 de diciembre de 2020

POETA DE BELLAS VOCES.

Poesía que azota el espíritu,

que levanta el sentimiento,

en las entrañas anida,

como en el nido el jilguero,

se gesta en el vientre el ser,

el miedo emerge de dentro,

y vive el conocimiento,

en lo profundo del verso.

 

Se quedan en el desván,

viejos y usados recuerdos,

donde reposan silentes,

en la memoria sujetos,

el polvo cubre sus cuerpos,

con ropas de gris acero

y es reliquia cada objeto,

inanimados y bellos,

 

El corazón vive atento,

cada sutil sentimiento,

va acelerando su acento,

salta sin ritmo en el pecho,

cuando el sentir se desata,

como una nota que falla,

en la melodía del cuerpo.

 

Poeta que al verso ama,

por la esencia que va dentro,

la música de su alma,

plasma en el verso sin miedo,

pedazos que se desprenden,

de su mente y de su cuerpo,

sentidas nítidas lágrimas,

de su corazón sincero.

 

Atormentada es la vida,

si la melodía termina,

y ya no suena la música,

y el ritmo pierde la rima,

y desentonan los trinos,

de las aves que palpitan,

inanes o apasionadas,

bofetadas o caricias.

 

Poesía que llena y ocupa,

que enamora y que palpita,

amante y fiel compañera,

fresca, ancestral y ladina,

cual áspid que se desliza,

como un beso que culmina.

Poeta de tiernas letras,

y de verdades sentidas.

 

El amor así se impregna,

del verso lleno de vida,

es más bello aquel soneto,

si hay amor entre sus rimas.

Poeta de bellas voces,

que empiezan y no terminan,

como un eterno concierto,

ahíto de melodías.

 

 

 

 

Autor

Antonio Carlos Izaguerri

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