Mariposa temblorosa, rosa hambrienta de rocío
¿Por qué me sabe la boca a lo que nunca fue
mío?
¿Me imaginé entré tus tallos sacando gotas del
río
o tú me niegas al ver que no soy digno amorío?
Mariposa esplendorosa que me atrapas
Son tus alas aquella enigmática salida
Que nos llevas por aceras donde escapas
Sólo para conocer lo especial de cada
despedida.
Mariposa traicionera,
juegas a darle al rio lo que un día fue mío,
porque insistes en tal amorío
sabiendo que un día despertaras frio.
Os juro mariposa que te amo eternamente
pues quiero que tu sepas que sigues en mi
mente,
y si un día mi espina te ha hecho daño
os pido perdón, no fue un lio mío.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
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