Ya nada ni nadie me hace daño.
Ya he superado el odio y el rencor,
Mi más preciado tesoro, las musas.
lo más bonito de este viaje,
poder Cantarle al amor.
la luna Selene mi musa,
las musas son muy coquetas,
y se hacen tiaras preciosas.
Con las flores que después
de flores serán cerezas.
Ellas serán las novias, de los poetas,
para ellos sus esposas amorosas.
Dónde encuentren inspiración.
Sábanas blancas y esponjosas.
Que se deshacen, cuando
hacemos el amor.
Hay musas de tardes plomizas.
Hay jornadas de nubes grisáceas
De llantos de lluvias, y amarguras.
Las musas tristes y grises del desamor.
Sus colores violetas y malvas,
Son los colores, de las puestas de sol
También en los llantos, se esconden
Las musas tristes. de las tristezas
como también son sutilezas,
Los perfumes y aromas de una flor.
Son las musas caprichosas.
A veces vienen, otras se van.
a veces casi nunca, me abandonan.
Otras muchas, veces, dichosas.
Son ellas genios y geniales estrofas.
Puras como las gotas de roció
En los pétalos y,
sépalos de las rosas.
Son las musas las ninfas,
De los versos y de las prosas
de todas las cosas bellas.
Y otras muchas hermosas.
En verdad me regocijo,
de tener el privilegio.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
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