Perdiendo los miedos acumulados
Queriendo darte una alegría
Y propiciarte un abrazo
No quiero despedirme de ti
Ni que dejes de pensar en mí
Eso sería matarme.
Sigo leyendo los viejos poemas
Que te entregué y me devolviste
Sin siquiera echarles una ojeada
Y así el corazón me rompiste
Sólo logro existir
Si puedo sentir
Que soy capaz de amarte.
Regresaré por la puerta grande
A encontrarte después de buscarte
Ya no pienso en obligarte
A quererme sólo en extrañarte.
El silencio me acompañará
En mis horas de soledad
Cuando la luna deje de brillar
Mis lágrimas ya no estarán
Viajando por mi rostro.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
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