Te detuviste ante mi,
Te desprendiste la ropa,
Y al instante lo que vi...
Tu desnudez que era toda!
Me miraste con sonrisa,
Te observé y sonreí;
De pronto como una brisa
Sobre la piel yo sentí!
La casa estaba en penumbras,
Y tú, frente del espejo,
Para mi ya no eras una...
Eras tú con tu reflejo!
Tus bragas entre los pies
Yacían a flor de piso,
Y hacia arriba pude ver
El mas bello paraíso...
Desbordante de pasión,
De deseos y lujuria,
Con total exitación
Pleno en dulzura y gran furia!
Tu cabellera a los vientos
Y tus curvas de mujer,
Transformaban tal momento
En exquisito placer!
Unas copas de champán,
Música suave de fondo,
Y una pícara y fatal
Propuesta que ni la nombro!
Te dirijiste al sillón
Con ambas copas en mano,
Y me acerqué junto a vos
Para besar esos labios.
Una boca fresca, dulce
Y gustosa por demás,
Que desde luego produce
No quererse despegar!
De allí nacieron caricias
Y un sin fin de tanto más;
Totalmente, una delicia
De un muy selecto manjar!
Ya desnudos sobre el lecho
Nos hicimos el amor,
Por un largo, largo tiempo
Hasta que el sueño llegó!
Sobre mi pecho dormías
De manera muy profunda,
Y luego al llegar el día
Toda tu piel ahí desnuda...
Me ha recordado a la Maja
Que Goya un día pintó,
Desnuda sobre una cama
Tal cual te observaba a vos!
Bendito sea tu cuerpo
Y toda tu desnudez,
Y bendito sea el cielo
Que te ha creado, Mujer!
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