Escribí sobre las miradas, sobre los labios, sobre las sonrisas, sobre los cuerpos, sobre las cicatrices, sobre los lunares. Y si no me lo preguntas, quiero que sepas que yo te escribí, así como también escribí sobre la soledad, sobre el reflejo en el espejo, sobre los monstruos debajo de la cama, sobre eso que se esconde dentro del placard.
Escribí sobre el miedo, sobre la felicidad, sobre el desamor, sobre el amor. Y si me lo preguntas, de seguro que yo lo escribí. Escribí sobre las canciones, sobre la música, sobre la pintura, sobre el dibujo.
Escribí sobre el sueño, sobre el deseo, sobre la pasión. Y si me lo preguntas, de seguro que lo escribí, pero puedo seguir haciéndolo. Porque afortunadamente siempre hay otros cuerpos, otras miradas, otras sonrisas, otras cicatrices, otra luna, otras estrellas, una posición diferente del sol, otros mares, otras montañas.
Y si me lo preguntas, sí, de seguro que lo voy a escribir, porque es algo que ya nació conmigo y seguirá conmigo, es algo que vive por siempre y para siempre dentro de mí.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
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