domingo, 17 de noviembre de 2024

HIJO DEL TIEMPO.

Sobre la corriente del abismo
sobresale lo más tierno del pasado,
una causa tremebunda que en sí mismo
representa la inocencia y el agrado.

Que no se posee nunca
que no lo gozó en su tiempo,
sentido es el objetivo,
de una tristeza truncada
y de un beso inesperado
es su motivo esperado.

Hijos del tiempo
Deambulando sin mirar
Presos de un objeto
De plástico y metal
Con un poder hipnótico
A dónde nos llevará
Un bien, que puede hacer el mal

Son viajeros del tiempo los poetas, señores.
Recordando esos tiempos, traemos al presente
La luz de la luna sobre antiguos caminos.
Escribiendo, le dejo mil historias pasadas
A los niños presentes, que con los años serán abuelos.
Y cuando sus ojos brillen con nostalgia,
Sabrán que nuestra palabra es la memoria.

Una fracción de tiempo heredamos,
Cada letra brota de mi propio suministro.
Cuando se vacía la alforja Regresamos.
Solo puebla, exiguo polvo y poemas de registro.
¿A dónde se irá, el tiempo con que llegamos?

Porque, poco o mucho desaparece.
Si dibujo recio cerrojo con mi pluma.
Y lo ato fieramente con mi tinta.
Como acto de magia, se espuma.

Somos polvo en el viento,
huellas fugaces que se borran solas,
raíz en movimiento;
la vida nos enrola,
paso breve entre estrellas y amapolas.

Llevamos mil caminos,
sendas sin nombre que el tiempo destierra,
rastros ya sin destino;
y el sol que nos encierra
es testigo de un mundo que se aferra.

En sombras y en auroras,
somos canto perdido en lejanía,
como un eco que llora
la esencia de su día,
presagio de una historia que se enfría.

Pero brota en nuestra calma
la llama tenue que el tiempo rescata;
luz, suspiro y un alma
que en su amor se desata,
semilla de un recuerdo que nos ata.

Soy hijo de un tiempo que se pierde,
huella de arena que el viento destierra,
sombra fugaz que en la memoria yerra,
sueño en la llama que el olvido muerde.

Nací en la luz que en la penumbra arde,
breve destello que en la noche rueda,
pájaro preso en sus anhelos queda,
voz que al silencio vuelve, mas no parte.

Busco ser raíz y vencer la bruma,
dejar al cosmos mi pequeño eco,
brotar del polvo con un sueño eterno.

Mas soy apenas fugaz espuma,
polvo y memoria, susurro hueco,
que en el tiempo halla su cielo y su invierno.

Somos frágiles hijos del tiempo
y no queremos darnos cuenta,
estamos solo de paso,
aprovechemos el tiempo.
Hijo del tiempo no te detengas
sigue adelante aunque el sendero sea espeso,
no te amilanes, no seas cobarde,
sigue avanzando con la verdad como estandarte.

¿Qué ven mis ojos en el mundo a diario?
Es pregunta que, me hago, por instantes.
La respuesta es como, el rezo del rosario.
Ello, en verdad, me preocupaba bastante.

Es imposible, tantos frentes, somos Uno.
Vivimos masificados rompiendo el orden.
Aunque desees, no serás Igual a ninguno.
No aceptar tu unicidad genera desorden.

El ser no es inocente, está desinformado.
Hay chance aún, si al saber, has ignorado.

Hijos del tiempo
viajando en la poesía
unos de noche otros de día
en la ciudad o en el campo
Pueden surgir del canto
o parecer salido de un cuento
Así esparcen sus letras
para la eternidad
unas triste otras con felicidad
dentro de una misma esfera

Hijos del tiempo
Y se te dijera que el
tiempo no existe...
Que los hijos somos
solo cuando nuestros
padres nos engendran...
No sé mi amigo,
expresar algo
que no siento
se me hace
muy difícil...

Crear es un don que brota en la tierra cuando en el tiempo llega un hijo a iluminar la vida.
siendo una semilla que el viento ayuda a sembrar, buscándole el mejor lugar para germinar.

Sois hijos del tiempo como el botón del rosal que está en el jardín que el tiempo lo marchita así se marchita el corazón sois hijo del tiempo como el tiempo pasó dejó cerca la flor y un día brotó así brotó de mi alma y en mi cuerpo nueve meses terminó dio a luz una poda un botón con su primer llanto alegró mi corazón que solo el tiempo marchitó no ruedes más no camines quédate quieto inerte que quiero tenerte así para siempre en mis brazos cobijarte abrazarte besarte pues eres parte de mi ser retoño de mis entrañas que has germinado he visto nacer tiempo para que no lo quiero ver crecer quiero que se quede pequeño abrazarlo con todo mi ser

Hijos del tiempo, saturados de miedo, pero caminantes al viento... Pequeños que vagan van,vienen, se quedan ... Caminan, esperan la luz que aclare sus mañanas.

Tiempo, tirano de dos agujas.. quien pudiera dominarte... Quien pudiera menguar tu daño, quien pudiera parar tu agonía, quien pudiera pasarte de Cronos a Kairós... Quien pudiera.. dejar de ser tu súbdito para ser tu aliado. Tal, vez algún día Dios nos conceda la tan ansiada vuelta atrás... Tiempo... lo único que te ha vencido es el amor. 

Hijos del tiempo que viven para hacer versos y poemas, que no descansan hasta que la rima les salga bien, como un canto a la vida que tanto anhelan cuando se despiertan, en este mundo cada vez mas informatizado y lleno de indiferencias, donde el amor a pesar de todo quiere ser primero en la vida de todos, por que de que sirve la vida si el amor y sus caricias nos faltan, si asi fuera, sentiriamos que vagaramos por una planicie perdiendo el tiempo, y acompañados solo por la esperanza.

Le saqué los segundos y minutos a mi padre tiempo,
Pero en los años… solo me Invitó a dar un paseo.
Él siempre me dijo; a la envidia cómprale un gran espejo.
Y a la duda, regálale la seguridad del segundo.
Por eso, soy diferente, de este reventado mundo.

Porque no lo abrigo
porque no lo noto cuando llega
pero si cuando se va
aunque me susurre al oído
y me diga cosas bonitas para
llamar mi atención
no consigue enamorarme
Es tan relativo!
Sueña con atraparme
con detenerme y dejarme atrás
pero yo soy veloz
y también sueño con ganarle
Ser hijo del tiempo
puede ser una dicha
y también una condena
destruye mucho a su paso
pero también construye
seguramente es bipolar
tan loco como la vida
tan imparable como un huracán

Un hijo del tiempo ha yacido como un péndulo;
oscila entre la vida y la muerte.
Una mueca al destino lo divierte,
es excecrado yerto al confin sepulcral y trémulo.

Un hijo del tiempo es, un ser maravilloso que danza con la diáfana sinfonía del alma que estremece la eterna calma de la vida,que gira en pos del por siempre.

Soltando una leve sonrisa preguntaria la razón
Hijo del tiempo si tu alma es inmortal
¿A dónde va a parar cuando se frena el corazón?
La Justicia responde: Sus obras lo juzgaron al Seól.

Hijos del tiempo, errantes fieles,
buscamos el rastro en la quietud,
la eternidad fluye en la multitud,
somos sombras que al fin se desvelen




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

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