Volvió el coraje al trabajo
y es la lectura el acuerdo
por traer pronto el recuerdo
en un ángel que es un tajo.
Él es un escarabajo
que de páginas se vierte
a favor de toda suerte,
la riqueza tan suprema,
Para hablar mejor del tema,
todo lo es; pues, vida y muerte.
Al libro mil honores, fuentes de vida y saber,
libros son amores, y leerlos sin temores, pues cultura y conocimiento tienen,
sin los libros somos asnos, revisemos pues sus páginas, nutrámonos de ellos,
seamos más letrados, que muera la ignorancia, la idiotez y la arrogancia.
Universo de las letras,
y víctima tecnológica,
guardas miles de secretos,
y un mar de conocimientos,
de muchos gran compañía,
te niegas al olvidó,
que digitalización
se convierta en tu agonía.
Universo de colores
Bella gama en armonía
De total sabiduría,
De sonrisas, sinsabores;
Es la increíble aventura,
La propuesta más genial,
Biografía espiritual
Es ciencia y tecnología,
Es arte, es información
Para un conocer total…
Contigo vuelo sin alas
Y corro sin mover pies,
Lloro y río a la vez
Me has salvado tantas veces
Del mundo cuando era cruel,
De tardes de aburrimiento
Me has dado tantos motivos
Que siempre cerca te tendré
El libro es buen compañero,
Que por doquier te acompaña
En tardes, noches o mañanas.
Será un sabio consejero;
Hace correr hasta el tiempo,
Acorta toda distancia,
Aconseja con elegancia
Con ese sabio consejo,
Y con todos es parejo,
En el trabajo o vagancia…
Al libro que llevamos dentro, ese libro que no
nos atrevemos a abrir, pasan y pasan los años, lo hojeamos, y al poco tiempo lo
arrumbamos en cualquier mueble viejo que encontremos. Sabemos que ahí está
esperando ser abierto y leído, pero no. Lo vemos de reojo y pasamos de largo,
sin ni siquiera voletarlo a ver. Tenemos miedo que nos grite una que otra
verdad que queremos callar. Ese libro siempre está ahí, fiel a nuestra vida,
deseando ser leído y apreciado por nosotros. No tengamos medo a abrir ese libro,
ese libro somos nosotros mismos, él es nuestro pasado, nuestro presente, pero
no nuestro futuro. Tomémoslo suavemente entre nuestras manos y amémosle, pues
ese libro no es más que nuestra propia existencia. Acojámoslo en nuestra alma y
démosle el abrazo que tanto necesita. Solo así dejara de ser un libro juzgador,
para ser un libro brillante que cualquiera pueda leer.
Me gusta hablar de los libros quien lo diría,
Es tema que me persigue desde muy temprano.
Y es que no había mejor visita que la
librería.
Pienso que un libro es el mejor amigo del
humano.
La verdad sea dicha, los libros son mis
hermanos.
Yo no concibo mi vida, sin tener libros
conmigo.
Y quien destruye o quema libros, es mi
enemigo.
Tarea inmensa tenemos los adultos con los
niños.
Yo les regalo libros, como muestra de cariño.
Este mundo está torcido,
porque muchos ya no leen,
millones de seres inertes
despreciando aquellos libros
y en sus páginas mil secretos,
Con la fórmula secreta
para un mundo mejor, de retos,
y coraje llevo, la estupidez no es algo nuevo,
ignorante y necio sin un libro,
su osadía y su bullicio
quien grita y alucina, bienvenido en este
mundo.
¡y el libro dónde queda!
su presencia y su legado
triste mundo relajado
la ignorancia lo pudre, lo enreda.
Homenajear siempre al libro,
porque es un mundo allí metido,
porque alimenta nuestras neuronas,
porque a lugares lejanos, nos trasporta,
ten siempre a mano un libro
sentirás como viajas por mundos perdidos,
sentirás que vives otras vidas,
nunca olvides tener en tu vida un libro.
Encerrado en mi libro
estoy triste y deshojado
sólo encuentro un gran frio
de triste canto enojado.
No puedo salir de sus letras,
estoy preso en sus palabras,
suena como las trompetas
de apocaplípticas trabas,
es un libro prohibido
que mis pensamientos atrapa,
que se roba mis sentidos,
pero que nunca se acaba.
Qué podríamos decir
de los libros que he leído,
allá, hace miles de años,
cuando el tiempo yo tenía,
leyendo por todos lados,
muchas historias graciosas,
de mañana, tarde y día,
con gente que amar quería.
En cambio ahora la tele
me trae cine y novelas,
noticias de hambre y fuego,
fantasías sin malicia,
y algún galán altanero
que inventa piropos nuevos,
llegando hasta el corazón
de la niña de sus sueños.
En estos días extraños,
las cosas están cambiando,
y se van evaporando
los recuerdos de otros años.
Ésos tiempos más huraños,
cuando un libro entre las manos
nos tornaba a los humanos
en mejores criaturas,
con sus cálidas texturas
y sus reinos tan lejanos.
Siempre abierto; muy dispuesto,
quiere trasmitir y hablarnos
el saber no es un pretexto,
en sus páginas sueña cobijarnos
y no hay libro malo,
al malvado con firmeza y palo,
el libro, un mundo diferente,
nos endulza y nos sumerge
en montañas, en océanos
su conocimiento brota y emerge
y que, mejores letrados seamos
y no me canso en hablar del bello ejemplar
"un tesoro que no cuesta mucho"
pero preferimos manipular el serrucho
instinto animal, medieval, …da igual ...
pero respeto, admiro y prefiero el libro.
El libro también prepara
a todos los estudiantes:
convertirlos en diamantes
que el grupo necesitara;
les brinda los instrumentos,
la práctica, la experiencia,
lo que regala la ciencia
y la gran tecnología
para ponerlos al día
con necesaria sapiencia...
Al libro le debo el despertar a la fantasía,
el poder soñar con tierras lejanas y noches apasionadas con la mujer amada.
Un libro es el mejor de los amigos, que te
acompaña en los mejores momentos, en los tristes y en los más oscuros.
No importa la hora, el lugar o momento, el
Libro está allí, siendo un soporte, un aliciente y el mejor calmante.
He cabido entre los libros,
entendí la vida en párrafos,
me he bebido los mejores vinos
que los libros me han traído,
y así los mejores amigos
han sido los escritores,
los de ahora, los de antes,
quienes, sin dudar, me han permitido
"caminar en los hombros de
gigantes".
Tapa dura amarillenta,
geniales ilustraciones,
la primera antología
que colmó mis emociones:
la colección Robin Hood,
con sus clásicos de siempre,
me tenía entretenido
desde enero hasta diciembre.
Los tigres de la Malasia,
El prisionero de Zenda,
Azabache, Sandokán,
El llamado de la selva,
También El mundo perdido,
como La isla del tesoro,
Aventuras de Tom Sawyer,
Cinco semanas en globo,
o Tres hombres en un bote,
Veinte mil leguas de viaje
submarino, Moby Dick,
entre mucho más bagaje.
Asimismo en mi memoria,
van los nobles caballeros
del astuto rey Arturo,
además los mosqueteros,
y la búsqueda implacable
del Rey Salomón las minas,
el Príncipe y el mendigo,
mas se agotan estas rimas
sin dejar pasar por alto
al genial Colmillo Blanco.
Y esa fue mi adolescencia,
todo el tiempo imaginando
otros mundos tan variados
que ahora intento resguardar
en mi mente ya marcada
por la triste realidad.
EL LIBRO...QUE NO FUE!
¡Qué lástima!
no tenía un papel en la mano
y el verso que me anima
fatal, voló en vano.
Quedó como un presagio
amputada la azul armonía,
sin el canto ni el adagio
de ese son que estremecía.
Apenas rescato la memoria
de su esencia mutilada
casi al fin de mi historia
cuando ya no soy nada.
¿Dónde se refugian las cosas
de tristes abortos fetales,
abolición de caricias amorosas
registro de libros funerales?
¡Qué lástima!
no tenía un papel en la mano
y el verso que me anima
fatal, voló en vano.
Allá va ... buscando otras horas
que lo atrapen las bandadas
de migrantes aves canoras,
mensajeras de plumas aladas.
El descanso lacustre de aleteos
en el hídrico y austral hemisferio
de los diáfanos, acuosos merodeos
fue nido mortuorio, gris cautiverio.
Y sus hojas muy hermosas
recuerdo de mil rosas,
el amor yo conocí
y en odio me perdí,
Una aventura cada día
mi vida alargaría,
pues ayer viví en el espacio
y hoy muero en tu regazo,
oh libro, almohada, cuna y cama.
"En la Escuela de la Vida
Muchos Libros yo leí,
Ahí fue donde aprendí:
Lo bueno y lo malo también.
De lo bueno yo tomé
El Estudio por las Leyes
Y admiración por las Mujeres,
Y en la Escuela del Derecho
Abogado me formé,
Con Leyes defenderé
y con los libros también
lo malo yo olvidaré.
Libro sabio y bondadoso,
Tus paginas la ruta del todo,
Este mundo desastroso.
Los asnos te detestan.
Canta libro y tiempla aquello,
El delirio y el destello.
Hoy quiero abrazarte,
Porque formas fortalezas.
Lima pues mis asperezas.
Te respeto y te agradezco,
El saber no es un pretexto.
Digan de mí, lo que quieran,
pues yo seré como él mismo,
la suerte no es un abismo,
aunque así muchos prefieran.
Las maldades se superan
y se permite decir
el por qué no delinquir,
la dicha tan suprema,
hablaremos de ese tema
cuando deje de existir.
Un libro del ayer
que te acompaña hoy,
en tu corazón
o en tu mente,
de vivencias ausentes
y otras por escribir.
En él tendrás
palabras de aliento
o de superación,
encontrará de todo
para apoyar tu sentir
o mejorar la ocasión.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri