martes, 14 de abril de 2015

LA NOCHE Y ELLA.

La  noche era mágica.
Desprovista de realidades sospechadas
Convulsionando toda, por el recurso fresco
De iguales suspiros.

La noche y la mujer,
La mujer y la noche,
Duelo de frenesí en tormo a mis manos,
Binomio de osadía por todo mi cuerpo,
La nocturnidad se transformó en fémina
Convertida en bruma y olores,
Su cuerpo luminiscente
Mezclado con la tibia galopante sonora,
Capaz de arrancar la fertilidad de los tejados,
Aglutinan acordes lejanos y voces inteligentes,
Hubo un poco de piel
Y la noche fue más oscura
En torno al heroísmo de un beso.
La noche compartió despacio
Y voló a ese mundo extraño
donde parecen almacenarse los recuerdos.


Autor
Antonio Carlos Izaguerri

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