Si pusieran el amor inmenso que siento
cuando miro el resplandor de tus ojos,
El cosquilleo indifinible que recorre mi
cuerpo cuando en ellos me veo,
Son claridad que me cobija y una lluvia de
estrellas que a mí se me asemejan,
Viajo en el portal de tu mirada a través
del tiempo y el espacio
Que a tu alma enamorada me lleva como si
estuviese hechizado.
Mirar de ojos claros y seremos que a mi
corazón día a día cautivan,
Quisiera entender qué tienen tus ojos que
de ti me han hecho esclavo,
No lograría vivir sin ellos, son mi noche
y mi mañana,
Tu mirar se quedó en mi alma tatuada, es
el sello de este amor que inspiras,
Ojos claros serenos son luceros en el
universo de mirar que en todas mis noches se divisan.
Ojos sublimes y adorados, a ellos un altar
he construido
Con un santuario donde rindo culto,
Tus lágrimas a mí me purifican y su luz me
suicida e iluminan,
Cuando en ellos me miro, la esfera se
detiene y caigo en tu mirar profundo,
Nunca cierras tus ojos, no me niegas nunca
la gloria que en ellos se corona.
Antonio Carlos Izaguerri
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