Desesperado amor que me trastocas,
Dejas mis venas abiertas y los suspiros 
Como canción al aire te dibujan 
Mientras tu mano lleva mi vestido. 
Y me gana la piel, mi sed de amarte, 
Esas ganas voraces que no te dan tregua, 
Y en tanto sufro por tu ausencia, 
En mis huellas tus pasos se dibujan. 
Beberé mil veces en tus brazos, 
Y en cada nuevo día que amanece, 
De tu boca madura estaré presa. 
Cometemos la fruta frente a frente, 
Devorando en los ojos las miradas, 
Y serán nuestros  sueños el mañana, 
El canto de este día que anochece.
Autor: 
Antonio Carlos Izaguerri. 
 
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