Fue un día cualquiera,
Un encuentro increíble,
Cómo pensar que cambiarías mi destino
Al ritmo de tus latidos,
Al besarte, acariciarte,
Sólo entre tus brazos … sentirme,
No importa ya el color de cada cielo,
Todo lo pintabas desde entonces
Con el toque de tu croma.
Soñarte, pensarte, extrañarte.
Buscarte cada vez … siempre,
Olvidando el deseo de adueñarme
Por la nueva meta de tu libertad,
Cual si tu amor fuera lo vivido,
Que el invierno sin olvido
Sea nuestra libertad mágica,
Simple, enorme y para siempre.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
No hay comentarios:
Publicar un comentario