sábado, 12 de diciembre de 2015

LLUVIA MENUDA.

Caminé con los ojos bien vendados
Hacia el horizonte equidistante,
Viviendo un espejismo a cada instante,
Sintiendo cada piedra en mi pisada
Y la sal de lágrimas derramadas.
Andé con mirada ciega al pasado
Tomando el aire como mi gran manto.

Fuiste lluvia menuda
Que iba mojando ésa mi alma desnuda,
Me empapaste con toda tu paciencia.
Me mojaste en un mundo de caricias,
Me humedeciste en instintos de niño,
Te empeñaste ir a la muerte conmigo.

Fuiste lluvia menuda
Y me anegaste todo pensamiento,
Gota a gota fuiste mojando el día
Para que proyectara en ti mi vida,
Te hiciste una proyección holográfica,
Cubriste cada capa de desdicha
Con paciencia y con indomable empeño.

Empapado con tu agua me regreso
Escuchando la oración de tus besos.
Quiero parar mi huída
Para retomar la hoguera destruída,
Para reconstruir de amor el lecho,
Para de nuevo anidar en tu pecho.





Autor
Antonio Carlos Izaguerri

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