Florecen los campos 
De la tierra mía, 
El cielo es azul claro, 
La tarde mansa, tranquila. 
¡Qué bonito! 
Debajo del puente 
Cantan los pájaros, 
El sol sonríe,
La melodía de los cencerros 
A lo lejos, 
En el espejo del agua te miran 
Los renacuajos, 
Se quedan prendados 
De tu hermosura, sonríes, 
¡Te quiero! 
Dame la mano y salta 
Este arroyo viejo. 
Vienen palomas blancas 
A beber en el espejo, 
Los campos ya dorados 
Y casi secos, 
La alegre melodía 
De la tórtola a lo lejos, 
Las adélfas se bañan, 
Los charcos llenos 
Donde calman su sed 
Ovejas y borregos. 
¡Dame tu mano princesa! 
Sin una palabra, te robo un beso, 
Debajo del puente nos miramos 
Con los ojos de paisajes nuevos, 
Y de palabras que no se dicen, 
Nuestros labios están llenos. 
La sonrisa plácida 
Del amor primero, 
Lejos ya de la infancia 
Por el camino nuevo, 
Eco de mi voz, en la distancia. 
El viento trae olor a hierba, 
Perfume y fragancia 
De los trigos ya espigados, 
Campos de Villahermosa... 
Autor 
Antonio Carlos Izaguerri. 
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario