Hacerte mía quisiste, a gritos casi pedías,
rotunda fue mi respuesta: ¡el alma quiero encontrarte!
apenas llego e ignoro: ¿mujer será para amarte?
¡andabas ávida, en celo, constante a mí me seguías!
Detrás de aquella tu súplica, doquier fogosa lucías,
ya siete lustros pasaron, y nunca osé desflorarte,
no hallaste aquí al hortelano, me opuse flor a cortarte:
¡distancia puse, lo sabes, que afán mi niña, traías!
Apenas era un mozuelo, y tú atractiva en exceso,
allá en mi patria la chica, galanes muchos te ansiaban:
¡tenía ya entre mis labios, oculto aquel primer beso!
Que para ti no sería, lección mis viejos me daban:
"espera llegue el momento, decente siempre y no
obseso"
¡en franca lid me di cuenta, las dichas mil me esperaban!
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
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