domingo, 13 de agosto de 2017

SOBRE LOS SUEÑOS.




¿Mi lugar favorito?... Si tuviera que elegir uno, sería un lugar donde sonrió, donde amo mi existencia, un sueño! si! un sueño, lejos de toda realidad, donde mis fuerzas no flaquean. Dormir, ciertamente nos brinda energía para continuar otro día, pero soñar! soñar nos permite continuar ese día sin sentirnos muertos. Soy débil, siempre lo he sido, nunca me he considerado alguien apto para este mundo, y ¿cómo combatirlo? aun no encuentro esa respuesta, solo intento seguir cada día, ganar, demostrarme a mí mismo que vale la pena seguir. Hace tiempo que deje de ser quien era, curiosamente para mantenerme "protegido", "a salvo"... extraño esos días en los que las sonrisas se sentían reales, en los que las lágrimas podían brotar con facilidad, cuando creía los demás eran igual de importantes que yo. Qué triste, antes, e incluso ahora podría decir que realmente me amaba, ahora esas palabras carecen de sentido, todo lo que creía, todo lo que defendía, ¿dónde quedo todo ello? Me siento vació, sin propósito, sin merito, ni siquiera me siento dueño de mi mente. Fue duro darme cuenta que poco a poco, lo que más temía, me empezaba a consumir... La tristeza, la ira, sentimientos que creí controlar, solo los retuve, y ahora, se han convertido en mi principal prisión, no puedo descuidarme, el precio de una gran mente es la cordura. Se ha vuelto una tarea difícil, me protegí contra cualquier amenaza externa, después me di cuenta que me quede atrapado dentro de mis defensas, y ahora, ahora sé que si aíslas una fortaleza las provisiones se agotan. Cuan agobiante se ha vuelto no caer en las sombras, que liberador puede llegar a ser, pero, ¿obtendría fuerza? si, ¿destruiría esta emotividad? si, ¿seguiría siendo yo?... no... mis sombras... mis demonios, intento destruirlos, pero no puedo, aun no sé cómo. Cada vez más me dominan, me seducen sus ideas, me lastiman, estoy harto, estoy cansado, estoy a punto de quebrarme, y por todo lo que aun amo, no puedo, no debo. Por eso sueño, porque soy libre de volar si así lo deseo, soy aún más fuerte que mis miedos, porque es una forma en la que puedo escapar de mi realidad, donde no hay más sombras molestas, por qué la soledad no es un sentimiento que recuerde en la morada de Morfeo... A veces tan solo quisiera no despertar. 



Autor 
Antonio Carlos Izaguerri. 

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