Voy a cometer todos los pecados
Y a redimirme en tu cuerpo
Como si fuera un templo inmaculado
En el que existe todo perdón.
Mataré las ganas que me invocas
Con tu piel que sugiere una rosa,
Y cortaré de raíz todos mis deseos
Para dártelos en un ramo.
Y tendré de ti toda la miel
Que extraeré de tu centro de mujer,
Volverás a vivir en el éter
Y abrirás para mí el cielo.
Pero no dejes de volver tu vista
Y ver como tomo tu mundo
Y tu vida en mis manos
Y cometo en ti todos los pecados.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
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