Es el cáliz del amor divino
el camino angosto, y la soledad
que encierra, la puerta de la vida
la palabra escondida en el alma
un paseo por la mente, sin sentido
soñar en la noche del olvido
llevar siempre abierta las heridas
las ideas, la razón perdida
un fuego en el corazón...
Guardar en el alma
palabras escondidas
vivir un sinsentido, a la sombra
de una encina del camino
llorar y caer vencido, y levantarse
con la mano en la herida
y a veces, la esperanza perdida
allí donde el dorado trigo crece
la rosa se abre, amanece
un sol cansado en el horizonte
la fuente clara, los lirios crecen
la ciudad dormida se apaga
vuelan aviones de papel
llora un niño a través de una ventana
sueña una rosa con un clavel
y una lágrima de unos ojos resbala
pensado en un amor perdido
allí donde la vida empieza
en un rincón del alma
vivo yo, donde nacen los poetas...
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
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