Visitaría en primavera,
El lugar de su reposo, 
Con tiernas rosas rojas, 
Memorando sus ojos...
Pensaría por un rato, 
Que está junto a mí lado, 
Sonriendo y bostezando,
Hablando y disfrutando.
Contándome su día, 
Su malestar… su dicha, 
Llorando y contemplando, 
Hablando y descansando.
Una lágrima recorrería, 
Su semblante y su mejilla, 
Con tristeza me diría, 
Te extraño cada día...
Yo respondería, 
Te pienso sin faltar, 
Y sonriendo afirmaría,
No te olvido, ningún día.
Y al cielo oscurecer, 
Despertaría...
Con lágrimas y risas, 
Pues una vez más... 
La encontré, para mi dicha...
Autor 
Antonio Carlos Izaguerri.  
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario