Aunque me tenías de frente, nunca me quisiste ver.
Te limpié las lágrimas y me dijiste "aléjate".
Pensé que al amanecer todo estaría bien.
Y hoy amanecí deseando tu piel.
Necesito entender que por más que busque, en el horizonte
no te encontraré.
Y aunque es necesario olvidarte,
Prefiero conservarte tapando la herida para no desangrarme.
Y dime que necesito hacer para decirte adiós.
Estoy cansado de preguntarme y no encontrar la solución.
Noche a noche me
hago al ciego
Y te dejo convertirte en mi tempestad.
No puedo creer que mi respiración
Dependa del aroma que conservó en mi almohada.
Claro que te extraño y quiero que regreses y arregles todo
lo que destrozaste cuando te
marchaste. Aunque tardes una vida,
porque no vivo no muero sólo te espero perdido en mi mente tratando de
encontrar una luz de honestidad, pues dentro sólo existen mentiras para no
explotar.
Y no sé cual es la
respuesta para matarte y sacarte de mí, me pase toda la vida tratando de amarte
y hoy sólo quiero que tu recuerdo se aleje de mí, porque tu dolor me persigue y
lleva colgado un letrero que dice: "Para siempre".
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
No hay comentarios:
Publicar un comentario