Esta locura por vos que no se quiere ir, imagino tus besos,
tus brazos alrededor de mi cuerpo, tus pies claros entrelazados con los míos.
Tus labios parecieran el escape del olvido, de la realidad,
mi escape. Tanto hablamos pero es que ya no nos funciona el hablar hay tanta
conexión mental y sexual que las palabras ya están de más. Algo dentro tuyo
reprime, se te mete el orgullo y nunca venís por mí. Y yo acá acordándome de
los chamullos tuyos (te besaría hasta
los insultos).
El calor de nuestras pieles nos va a aniquilar, vamos a
estallar, sobresaltar de esta humanidad.
Pasa el tiempo pero no lo podemos evitar… este deseo divino
no nos deja de buscar, me quiero dormir para dejar de pensar, tus ideas
perdidas quisiera encontrar. Me dormiría para no pensarte más o poderte en un
sueño cruzar, buenas noches, buenos días, buenas tardes, todo sería tan bueno
si fuera con usted.
El fuego no nos deja de quemar… la canilla de tanto usar
agua va a explotar y mi cabeza también, mientras no se nos explote el corazón
que todo siga girando yo seguiré deseando, buscando... quemándome y vos
pensando en no sé qué.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
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