Ando siguiendo un marlín
como se sigue a una sombra
en la inmensidad sin fin
con la noche silenciosa,
lo vi nadar por el mar
lo vi brincando las olas
sé que no lo he de alcanzar
y el hacerlo es cosa ociosa.
Pasó una estrella fugaz
iluminando mi cielo
yo la quise ir a alcanzar
pero es grande el universo,
y de pronto así se fue
como brisa con el viento,
la noche se me hizo oscura
y se fueron los luceros.
Pretendí que tú me amaras
pero hay cosas más posibles,
como que alcancé al marlín
por las aguas del Caribe
y a la estrella la encontré
en el cielo y sus confines,
mas tu amor no lo logré...
simplemente... ¡Fue imposible!
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
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