miércoles, 18 de abril de 2018

TÚ Y YO NAVEGANGO.

Me deslicé varios días en tus encías
Y me hice amante de tus trópicos
Tus inundaciones salvaron mis naufragios
Dieron remos a mis alas
Y tierra a mis pensamientos tántricos
Colmaron de placeres ecuatoriales a mis dedos raquíticos.

Soy amante de tus tópicos
Y solo me casaría con tus mentiras
En tu ternura hay genialidad utópica
Y por ti se derriten mis torrentes endémicos
Basta con tus poros para saludar al ártico
Y en el océano me desvanezco por tu cuello cálido
ay de mi si navegase en las costas de tus estrechos químicos
Me salvaría del caos magnético de tus placidos
Amaneceres síquicos.
                                           
Siniestras tormentas adornan tus noches místicas
Y como colchones son tus tibias islas desérticas
Sin estero ni estancia yacen estáticos mis pensamientos
Y me dejan sin habla mientras otros dicen saber tanto.




Autor 
Antonio Carlos Izaguerri 

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