Iba tu mano suave desnudando
que grito en mi susurro cual errante
y en la piel tengo el alma conjugando.
Zanda, el viento robledos delirando
triste canción, de otoño era de amate,
cual ave, sobre el césped sollozando.
Tus besos a mis labios aferrados,
cual Mariposa a las flores va libando,
tiernos besos y tu cuerpo suspirando,
celosas las aves nos van mirando
aferrados nuestros cuerpos sofocados
rendidos en el césped abrasados.
Mis manos acarician la epidermis
al ritmo del silencio de la noche.
Mostró su escultura sin reproche
"Cual ave sobre el césped" de su dermis.
Cuál ave sobre el césped,
se volcó con la suavidad del cisne a arrullar
a sus pequeños que lo rodeaban,
y esperaban la aprobación
para meterse en el lago
Cual ave sobre el césped sollozando
van mis lágrimas tendidas en tu aroma
y recorren tu cuerpo tendidas cual palomas
para volar con el despecho hiriente de tus manos.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
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