martes, 18 de febrero de 2020

DE GALLOS Y GALLINAS.

¡Llama a "elles" la llamada!
A llenar de versos llanos
que rellenen lo rellanos
de orgullosas llamaradas.
¡Qué pimpollos y villanos.
sus villanías acallen!
¡Qué los gallardos no callen!
¡Qué lloriqueen callados
los llorones “mal follados”
y los rallados no rallen!

Presto acudo a la llamada
de plasmar versos con elle.
Espero tener el fuelle
y prender la llamarada.
Que brille bien declamada
llenando cada renglón
con su sello de blasón.
Que teja tupida malla
planteando la batalla
cual preciso batallón.

Cual preciso batallón
vamos llenando cuartillas,
remojando las letrillas
con lluvia del corazón.
Bella es siempre la ilusión
y del poeta un orgullo
sin ir armando barullo
rellenar con emociones
a llorosos corazones
que necesitan de arrullo.

Tengo ya en el alma un callo
y en aquello más en medio,
no gallea por mi predio
como antaño un lindo gallo.
Preciso pues un buen gallo
que por mí era bien encalle
y que se amarre a mi talle
llameando sin espanto,
para que cese mi llanto
si me riega bien el valle.

Si me riega bien el valle
le regalaré un camello
y un mordisquito en su cuello
contando que no me falle.
Pero ay de él como lo halle
detrás de alguna gallina,
que llorará purpurina
del llantazo que le arrimo,
que en mi gallinero primo
 solo gallea esta mina...

Solo gallea esta mina...
y el gallo, que yo lo vi,
llama con ¡kikirikí!
a la atractiva gallina.
Ella orgullosa camina
en medio del gallinero,
y él, un ligón caballero,
en menos que canta un pollo
la galla con mucho rollo...
¡Cómo le brilla el plumero!

¡Cómo le brilla el plumero
y cómo salta la valla!
Tras cortar con su cizalla
a las pollas el braguero.
Chilla de ira Calimero
arma follón sin descaro
en la silla bajo el faro
al ver como el gallo grilla
y llora porque él no pilla
por ser un gallito raro.

Como le brilla el plumero
ya presumiendo de gallo
y al orgullo saca callo
llegando muy lisonjero.
Va allanándole el trasero
a aquella que está empollando.
Y sí, la deja llorando
por sufrir un atropello
y en medio de su resuello
ella queda lamentando.

Ella queda lamentando
no precisa de cebolla
y queda la pobre polla
en el suelo sollozando.
De impotencia está llorando
pues sin pasar por capilla
le rompió la coronilla
un gallo muy mal parido
que orgulloso y presumido
se la pasó por la quilla.

Si me riega bien el valle
madrugaré como un gallo,
te cantaré sin un fallo
un tango con gran detalle.
Para que sientas y estalle
tu corazón y lo melle,
porque quiero que te selle
un tango con un estrella
y entregarte mi doncella,
un tango con mi gran fuelle.

Un tango con mi gran fuelle
que llegue y te haga vibrar
y así llenar el hangar
de tu puerto y de su muelle.
Para que tu alma resuelle
con chillidos de alegría,
brillando en ti un nuevo día
que acalle ya la tristeza
con la llama y la terneza
que llamea la poësía.


Autor  
Antonio Carlos Izaguerri

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