A ti mi bella estilista.
Vengo a declararte mi amor, con un titubeo abrumador
y disfrazado de valiente, sin un libreto puesto en mente , aunque el espejo te
habrá de contar que fueron días de ensayar el personaje que te hablaría, pero jamás
te mentiría, aunque el punto sea convencerte. Sé bien que no puedo ofrecerte un
palacio o una mansión, pero también sé que hay un corazón, que yo teorizo
... late por ti. Un corazón que mientras
siga así buscara en cada rincón del universo ese pedacito de verso que te
despierte una sonrisa, buscará obtener la visa a cada sueño que te plantees, y
hará camino a nuestros pies para llegar a buen destino, me convertirá en adivino de lo impredecible
de tus humores, en la valentía de tus temores, en las alas de tu imaginación,
me hará dedicarte no sólo una canción,
si no cada minuto en mi vida. Cuando la suerte emprenda huida irá más
rápido y la traerá, y un bello hogar le construirá para que siempre esté a tu
lado, abrazará con cariño a tu pasado y llevara de la mano a tu presente, y lo
hará el tiempo suficiente para impregnarse en tu memoria, para ser parte de tu
historia, la que entre canas contaremos y con la que al mundo le diremos que si
... Que aceptaste ser mi novia.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
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