viernes, 28 de febrero de 2020

DELIRIO.

Este fue un sueño de una noche de invierno
una sombra densa y fuerte
Me levantaba en vilo para sentarme sobre el lavamanos
Sus manos atenazaban mis piernas por las corvas
Mientras devoraba mi boca sus dientes mordían la suavidad de mis labios
Fuera del baño solo se escuchaba el bajo pulsante de la música
Su lengua estaba fría por el último trago de margarita
Sus dedos jalaban mis bragas mientras a ciegas buscaba
La dureza de mis pezones, me excitaba verlos brillantes por su saliva
Y de un rosa encendido por sus dientes,
Su cabello estaba impregnado de humo y almendras
de los bosques más allá de la ciudad,
Quiero comerte completa me decía con frenesí
Buscando mi pose correcta
para que el me poseyera sin más preámbulo
Afuera alguien jalaba la puerta del baño
Pero el deseo ya era un demonio difícil de domar
Cuando lograron entrar me encontraron pintando mi boca
mis muslos temblaban aun y un dolor pulsante me embargaba las entrañas
la bestia había escapado por la ventana la luna llena
era un ojo místico en mitad de la noche
era una loba, una mujer o sólo un sueño de deseos insatisfechos.




Autor  
Antonio Carlos Izaguerri

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