Abrazar el mundo,
tocar la punta del árbol más alto,
acariciar un colibrí en su vuelo,
darle vuelta a la página
que me infundió miedo.
Recuerdos e historias,
de niña soñaba,
navegaba sin miedo a naufragar,
y hoy lo recuerdo, lo recuerdo todo.
Me encuentro despierta y ausente el dolor,
presente y conmigo, soy un ave,
mis alas rotas huyeron,
y en el vuelo, han vuelto a ser del viento...
Soy viento tibio y tempestuoso, soy,
lo que siempre quise,
mujer que canta con el Alma,
mujer que se da, y nunca se acaba,
mujer que ama, mujer que inventa,
y se reinventa, mujer que llueve
donde la flor está seca, soy mujer,
feliz en cada esquina
de las trincheras de mi ser...
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
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