Es la selva ya una jaula
nadie tiene libertad,
nunca sabremos por qué
enclaustraron al jaguar.
Y aunque viva encarcelado
jamás lo van a domar,
ya no se oye su rugido
ya lo calló otro animal.
Mientras que él agazapado
anda buscando escapar
y vencer al enemigo
que lo quiere dominar.
Pero solo ve borregos
que se dejan espantar,
porque atrás de los barrotes
hay un ser muy criminal.
El Jaguar mira de frente
sabe que debe esperar,
de momento no se escapa
y echa su mente a volar.
Pensando en lo que ha tenido
hoy lo viene a valorar,
pues no hay nada más preciado
que el de tener libertad.
Unos borregos se mueren
y otros más se morirán,
pues todos nos moriremos
y eso lo sabe el jaguar.
El jaguar está atrapado
mas no lo piensen vencido,
siempre será el soberano
y en tanto que está esperando,
es feliz… ¡Consigo mismo!
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
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