¡Oh luna! ... Atesoradora de los secretos
de amor, de los cobijos prohibidos,
de los lamentos contenidos,
recuérdale mis sentimientos concretos.
Ay! luna de mis amores
confidente compañera,
que diste vida a las flores
aunadas a mil poemas ...
Hoy te quiero regalar
estas rimas espontáneas,
que fluyen de mi pensar
mientras me observas y callas.
Eres bella como nadie
y tu luz blanca encandila,
benditos sean tus aires
que sensuales me acarician.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri
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