lunes, 13 de abril de 2020

CUANDO CAE LA NOCHE.

Cuando la noche me hace frente,
le hago un torniquete a mi mente.

Estoy cansada de enterrar,
todo lo que mi corazón debe sanar.
Solo la tempestad de la esperanza,
pone mis dudas sobre una balanza.

Cada mañana cuando amanece,
y mi alma se desvanece,
guardo bajo llave las mariposas,
que siempre huyen temblorosas.

Todo el aire que respiro,
contamina mis sentidos,
dejando inerte mis eternos,
y profundos suspiros.

¿Cómo calmar el oleaje de mis latidos,
si tú eres lo único por lo que cobran sentido?



Autor
Antonio Carlos Izaguerri. 

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