martes, 28 de abril de 2020

ENTRE LAS LÍNEAS NO ESCRITAS.

En la maraña de sueños,
la penumbra viene y va.
Un hilo de claridad
y una gris oscuridad,
La sombra de realidad,
que fenece y se recrea.
Una incipiente marea,
que se eleva de la mar.

De aristas múltiples nace,
de millones de partículas.
Apasionada la sangre,
que como una nota vibra.
De perfiles infinitos,
la vida crece y se aviva.
De Infinitas calidades,
se ilusionan y marchitan.

Singulares y minúsculas,
atómicas fibras vibran.
Nerviosas y microscópicas,
nacen, mueren y palpitan.
Insignificantes formas.
que se esfuman y claudican.
Como los gases se escapan,
y en el viento se disipan.

Entre grises nebulosas,
se sacuden las doctrinas.
Con una voz que sucumbe,
entre las nubes perdida.
Una charca se desborda,
una daga que acaricia.
Una lisonja que vuela,
buscando una cara amiga.

Sonetos entre las flores,
verdes besos que terminan.
Como placebos sin nombre,
que curan por simpatía.
Atardeceres de sangre,
de rosas rojas nacidas.
Un resquicio entre la luz,
amor entre las reliquias.

Sonora la tierra habla,
con palabras de justicia.
Mientras la sábana cubre,
la vergüenza que se olvida.
En el eco de los sueños,
se pierde la vida misma.
Infinitas realidades,
golpeando a quien las pisa.

En el prólogo del tiempo,
se anuncia la recaída.
En sus páginas se habla,
entre las líneas no escritas,
de la razón de vivir,
que la vida determina.



Autor
Antonio Carlos Izaguerri. 

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