martes, 28 de abril de 2020

EN UN HILO DE TERNURA.

En una brizna de sueño,
galopa la melodía.
Bello sonido que vuela,
en alas de la armonía.

Se cruzaron las miradas,
como en una encrucijada,
de matices convergentes.
En una luz irisada,
se superponen las mentes.
La magnética corriente,
que en el interior explora.
Una música insonora,
que mágicamente envuelve.

Pedradas en la memoria,
que lapidan la nostalgia.
Una eufonía simbólica,
que dulcifica los traumas.
En las pétreas sensaciones,
que alimentan la desgana,
con vapores de bonanza.
En la calentura mágica,
que abduce las emociones.

Visiones fantasmagóricas,
que caminan en las sombras.
En la febril trayectoria,
que zigzaguea sin normas.
Una volátil memoria,
que entre hilachas se deforma.
Flecos que cuelgan sin forma,
de los trajes que la adornan.

Relámpagos de cordura,
en la indecisa locura.
Destellos en las pupilas,
de sentimiento cuajadas.
Como vasijas sin fondo,
que sin embargo rebosan.
Fanáticos arrebatos,
que beben de las reliquias,
en la memoria guardadas.

Tormentosos sentimientos,
de brumas grises poblados.
Tupidos bosques sin luz,
donde se pierden los halos.
Claro oscuras sintonías,
que deambulan distraídas,
en los corazones rotos.
Voces átonas sin vida,
que viven entre los gozos.

En un hilo de ternura,
buscó cobijo el amor.
Abrió los brazos sin duda,
y en su seno lo acogió.





Autor
Antonio Carlos Izaguerri. 

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