Esa mujer, crisalida que espera la primavera
recostada sobre la rama de un viejo árbol.
Esa mujer que extiende sus alas deseando ser
mariposa, para volar en busca de una rosa en flor.
Esa mujer río en torrente
que corre de prisa, sedienta por encontrar a
su mar, para tenderse en sus brazos en una danza de espuma y sal.
Esa mujer que en la arena, construye su nido
de amor, para que juntos vean nacer un nuevo sol de pasión.
Esa mujer que muere cada noche en sueños de
amores ausentes, que renace cada mañana esperando que en sus senos florezcan la
pasión y la miel de un amor sin final.
Esa mujer que sueña con ese hombre que la haga
feliz, que la haga sentir viva, para que juntos puedan reír y vivir.
Esa mujer que solo pide ternura y respeto de
ti.
Esa mujer que va sembrando pétalos de rosas
por el camino para que fácil encuentres su nido de amor.
Esa mujer es ella toda una promesa de amor, de
pasión, de sueños cumplidos y por cumplir, es ella una promesa de noches de
lunas sin fin.
Esa mujer solo espera que tú le hagas temblar
de emoción, espera que tu fuego ardiente consuma sus deseos de amor.
Si tú te atreves a amarla, una y mil noches de
luna llena será el regalo eterno para los dos.
Autor
Antonio Carlos Izaguerri.
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